Últimamente me he encariñado con los pañuelos húmedos. Su olor, su frescura, algo en ellos me lleva de regreso a los días del hospital, cuando la tormenta empezaba a pasar. Cuando el dolor aflojaba y quedaba una calma tibia. Breve, pero cierta.
Hoy compré veinte paquetes. No por limpieza. Por algo más. Por ese gesto simple de aferrarse a lo que da consuelo. Por recordar que el cuerpo también guarda memoria en la piel.
Cada paquete es un pequeño acto de resistencia. Un recordatorio suave de que pasé por algo difícil, y quedé. No entero, pero quedé.
Su textura calma más de lo que se nota. Y mientras los uso, pienso en aquellos días donde vivir era pregunta. Ahora, son parte de la respuesta. Pequeñas señales de normalidad en medio de tanto ruido.
Versos breves. Cosas mínimas. Como sobrevivir con olor a limpio.
Promedio: 5
Últimamente me he encariñado con los pañuelos húmedos. Su olor, su frescura, algo en ellos me lleva de regreso a los días del hospital, cuando la tormenta empezaba a pasar. Cuando el dolor aflojaba y quedaba una calma tibia. Breve, pero cierta. Hoy compré veinte paquetes. No por limpieza. Por algo más. Por ese gesto simple de aferrarse a lo que da consuelo. Por recordar que el cuerpo también guarda memoria en la piel. Cada paquete es un pequeño acto…